Creemos que todos los niños, jóvenes y familias deben de tener la oportunidad de alcanzar todas su potencial. No debe de impedir a nadie su ingreso, estado inmigratorio, lenguaje natal ni código postal.
Horas de sesiones de salud mental para niños, jóvenes y familias
De los participantes en el programa de éxito en la educación superior de Youth Workforce Services permanecieron en la escuela
Niños y familias recibieron educación y apoyo de nuestros equipos de Servicios estudiantiles y comunitarios
Crecimiento en la comprensión de lectura en la escuela primaria PLN Charter Elementary School entre todos los grados
Millones de comidas que sirvieron a familias de PLN y miembros de la comunidad.
De las familias hablan español como su lenguaje principal
“Para Los Niños se ha convertido en el centro de nuestras vidas. Mis tres hijas asistieron a escuelas de PLN. Dieron a mis hijas la educación y confianza que necesitarán para seguir a la educación superior y crear vidas exitosas”.
– Josephina, Madre de PLN
“Sin PLN, algunos de mis amigos de Skid Row se unieron a pandillas, algunos fueron a la cárcel, algunos están muertos. PLN cambió y salvó vidas, incluyendo mi propia vida”.
– Ralph, Exalumno de PLN
Creciendo en Skid Row, Rachel recuerda no poder salir afuera. Su patio de juegos fue los pasillos del hotel donde vivía con su madre y hermano.
No sabía que otros niños tenían parques o que comían tres veces al día o que no tenían que evitar el baño compartido durante la noche en caso de una situación posiblemente peligrosa.
Sí sabía que cuando una mujer tocó la puerta para compartir de un lugar nuevo donde los niños de su área podían ir para aprender y jugar, Rachel quería ir. Después de convencer a su mamá, Rachel y su hermano fueron parte de una de las primeras clases en Para Los Niños.
Empezando ese primer día, “Todo cambió”, dice Rachel. Por la primera vez, tuvo un espacio divertido, estable y seguro para hacer tarea, jugar con amigos, colorear con crayones y jugar con juguetes; un lugar donde se garantizaba comer por lo menos dos comidas al día.
En particular apreció las oportunidades de tomar clases de ballet, aprender a andar en bicicleta y hasta ir de campamento por su primera (y única) vez a Griffith Park — experiencias que no fueron fácilmente accesibles a niños de bajos ingresos del centro de la ciudad en ese entonces. Fue ahí que aprendió a jugar juegos de mesa, fue de campamento y tuvo su primera fiesta de cumpleaños.
Más consecuentemente, también aprendió que tenía dislexia y el personal trabajó con Rachel y su mamá para manejarlo y desarrollar un amor por libros que duró toda su vida. Más que todo eso, Para Los Niños le ayudó a aprender a confiar.
Ahora que es mamá ella, Rachel cree firmemente que las capacidades y relaciones que cultivó en PLN establecieron el fundamento de la vida exitosa y satisfecha que tiene hoy. Sabiendo que una intervención así puede ayudar a transformar vidas, ahora está comprometida con encontrar maneras de contribuir.
Increíblemente, Rachel es solo una de decenas de miles de Angelinos cuyas vidas fueron cambiados por PLN durante estas últimas cuatro décadas.